miércoles, 5 de diciembre de 2007

yo no odio

No puedo hablar, en cuanto a mí se refiere, de dignidad o de honor, nunca los he considerado. Tampoco me define la coherencia, la sinceridad extrema. Entonces, sin esto valores, si todos mis argumentos han caído, ¿Cómo puedo defenderme?, ¿Cómo puedo llevar la razón?, ¿Realmente quiero llevar la razón? todo esto debería importarme una puta mierda, después de todo, pero sí que hay algo que me inquieta a veces, quizás todo es debido a mi sentimiento de culpabilidad (lo aquirí con los curas). Queda tan, tan mal, decir que no quieres dañar a nadie, cuando posiblemente lo has hecho. Pero ¿Y los demás? ¿Lo tuyo por lo mío? No hay justicia en estos venideros. No hay razón, no hay quien tenga la razón, la vida pasa y avanza, y puede gustar más o menos, pero así seguirá, así que detenerse un segundo a deliverar sobre un nudo imposible de deshacer, es absurdo. Felicidad para todos, que se extienda, que se meta por cada uno de vuestros orificios, mirad por la ventana, con este día y este sol sólo tenéis que llamar a los amigos y salir a correr por la playa, todo lo demás, a estas altura, no existe.