sábado, 2 de mayo de 2009

3rd: no expectations.


Los terceros nunca me llenan lo suficiente. Me voy a la cama con el y a ver qué tal. Quicken the heart, hum.

No se puede/debe tener expectativas sobre nada. Así será más difícil que te decepcione. Sabía que este momento llegaría. Así que no me ha quedado más que enfrentarme a ello, pero sin expectativas de ningún tipo. Simplemente lo tengo aquí.

Y he empezado a escucharlo en el modo aleatorio en los cascos tumbado en la cama. Y las tres primeras me han hecho pensar en la compresión del sonido y lo conceptual de la música, sobre todo las melodías, de Maxïmo Park. Paul Smith, además de tener una gran voz y otra gran cosa, es un gran escritor. Coquetea con la literatura más impulsiva y a la vez poética en himnos románticos atemporales. He de reconocer que he sentido una pequeña decepción, en la fuerza de esas tres primeras canciones, me ha dado miedo continuar.

Pero he seguido. “Wraithlike” fue la primera canción de este disco que escuché porque el grupo la regaló como teaser del disco. Gracias a Dios, a las mentes abiertas al progreso y la remodelación de los sistemas de distribución y promoción de los grupos actuales. Gracias también a todos aquellos que adquieren una copia promocional de este disco y la filtran de muy calidad. “Wraithlike” es flojita, y da pereza. “The Kids are sick again” (primer single) es muy idealista pero aún así refuerza la primera impresión de ver al grupo en baja forma. Han desaparecido los desgarros, los trallazos y la tendencia hit. Pero ha dado lugar a la magia, en “Let’s get clinical” perfecta en su duración, su coherencia melódica y ese estribillo oscuro pero de aplastante valentía “I’d like to map your body out, inch by inch, north to south”. Suenan en una nueva y preciosa dimensión, es de las que convencen, intensa y dinámica. “Roller Disco dreams” es muy del disco anterior, supongo que la esencia y el origen siguen presentes. “Tanned”, “Question, Not coasting” y “A cloud of Misery” dan vida a este LP, hacen adictivo su uso y su consumo al ser piezas accesibles, complejas y justamente decoradas, cómo un buen trabajo artesanal, dedicado y completo. El resto de temas brilla por cada historia particular y su coherencia con el resto, pero “Calm” es la que roba el corazón del buen fan y de aquel que no se dormía y fumaba bajo los acordes de “Books from Boxes”.

Mucho más que decir pero antes hay que escuchar. No decepcionan. No sabremos nunca si por la usencia de expectativas o por méritos propios y el factor sorpresa. Apto para oídos pacientes y sensibles. Hay vida más allá  de lo establecido y lo conocido y lo traen bajo el maravilloso título: Acelera el corazón.