Hay miles de excusas de plástico, puedes engañarte a ti mismo y al círculo que lo alimenta, justificar la debilidad, y disfrazarlo con un buen peinado y algo de colonia, que esto huele a vulgaridad.
Hay miles de motivos, busca el que más coraje te de, a mi se me ocurre uno tan bueno que ya se me está poniendo dura de solo pensarlo.